El ostrero euroasiático se distribuye ampliamente por numerosas zonas templadas y subárticas de Europa y Asia. Se reproduce en Islandia, norte de Noruega, Finlandia y en torno al mar Negro.

La subespecie ostralegus aparece en el norte y oeste de Europa, con poblaciones dispersas y poco numerosas en la costa norte del Mediterráneo.

Bastante escaso como reproductor,  aparece en la Península en una única localidad del litoral mediterráneo, el delta del Ebro, y en cuatro puntos de la costa cantábrica: Rías Baixas (rías de Vigo y Arousa), costa de A Mariña (Lugo) y del oeste asturiano, y en otro punto de Cantabria.

Durante el invierno, los ostreros se concentran en Galicia, en algunos puntos de la costa cantábrica y en las marismas del Guadalquivir.

Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha del ostrero euroasiático en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.

Una parte de la población europea es migradora y pasa el invierno en las costas meridionales del continente (incluida la Península Ibérica) y en el norte de África.

Durante la época de paso es una especie habitual en las costas cántabro-atlánticas, donde, por lo demás, pueden aparecer algunas aves veraneantes, algo que no ocurre en la fachada mediterránea.

La población europea de ostrero euroasiático, según la Lista Roja Europea de Aves 2021, se estima entre unos 526.000 y 692.000 ejemplares maduros y presenta una tendencia decreciente de la población.

La población reproductora en España se estima entre 39 y 51 parejas, inferior a los datos de los censos previos del año 2005 y 2007. La costa mediterránea concentra la población reproductora de ostrero euroasiático en el delta del Ebro, con un promedio de 21 parejas. En el área septentrional, las principales localidades de nidificación se sitúan en la vertiente cantábrica de Galicia, en A Mariña, Lugo, con unas 6 -10 parejas en los últimos años. Además, se han confirmado nuevas localizaciones de nidificación en diversos islotes de las Rías Baixas. En Asturias se confirma la existencia de unas 4 a 6 parejas reproductoras en el tramo costero occidental, con un descenso desde el último censo de 2007. En Cantabria la cifra estimada es de unas 3 parejas reproductoras.

La población invernante se ha estimado entre 2.960 y 3.362 ejemplares y se concentran en unos 10 humedales de España. En su mayor parte proceden de las poblaciones de la mitad occidental europea. La población invernante muestra una tendencia positiva, aunque en los años más recientes, más cercana a la estabilidad.

El ostrero euroasiático nidifica en lugares diversos, como playas arenosas apenas visitadas por el hombre, estuarios, complejos dunares con escasa vegetación, isletas en marismas, salinas, islotes accesibles durante la bajamar, en el límite inferior de los acantilados e, incluso, en campos de cultivo.

En áreas interiores consume, mayoritariamente, lombrices de tierra, gusanos e insectos adultos. En regiones costeras, sin embargo, ingiere una gran variedad de presas. Puede utilizar su pico para alimentarse en la oscuridad mediante el tacto, aunque también es lo suficientemente fuerte como para perforar las defensas de bivalvos y cangrejos. De igual manera, los ostreros utilizan este eficaz instrumento para sondear en el lodo en busca de gusanos y para despegar lapas y caracoles de las rocas. En las áreas mareales, con frecuencia se especializan en un tipo concreto de presas, como pueden ser mejillones o berberechos.

El ciclo reproductor del ostrero se inicia en abril, aunque se puede prolongar hasta septiembre.

Anidan en el suelo, generalmente al descubierto o entre vegetación rala, y lo hacen en solitario. El nido consiste en una ligera depresión, de unos 20 centímetros de diámetro y 5-7 centímetros de profundidad, que suele estar delimitada por restos de conchas o guijarros.

Los huevos, normalmente tres, de color variable y muy manchados, son incubados por ambos sexos durante 24-27 días, al cabo de los cuales nacen los pollos, que son capaces de desplazarse y alimentarse por sí mismos al poco tiempo. Transcurridos 28-32 días desde su nacimiento, los jóvenes ostreros alcanzan su total desarrollo.

El ostrero euroasiático aparece incluido en el Libro Rojo de las Aves de España 2021 en la categoría de EN – En Peligro como especie reproductora y en la categoría de LC – Preocupación Menor como Invernante/Migratoria. Está incluido también en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, pero no en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

La principal amenaza para las poblaciones ibéricas de esta especie son las perturbaciones provocadas por actividades humanas, que disminuye su éxito reproductor o incluso lo anula. Esto sucede especialmente en el delta del Ebro y localidades de Galicia, Asturias y Cantabria. El abandono temporal del nido derivado de estas molestias aumenta el riesgo de depredación de los huevos y pollos por especies terrestres como zorro, tejón, rata, animales de compañía, y en el caso de la cornisa cantábrica, el visón americano, que ha generado un fracaso reproductor en diversas localizaciones. El cambio climático asociado a la dinámica litoral del Delta del Ebro representa una importante amenaza para las poblaciones de ostrero euroasiático en estas localidades. La subida del nivel del mar unida a la reducción drástica de los aportes de sedimentos fluviales del Ebro, especialmente acusado en su desembocadura, pone en riesgo las poblaciones reproductoras del delta. La inacción de las Administraciones públicas representa una amenaza por la escasa vigilancia del ostrero euroasiático para verificar que se cumplen los planes de conservación vigentes(en la actualidad, únicamente Asturias posee un plan específico), así como para realizar un seguimiento de la población y fomentar los planes de conservación necesarios.

Las actuaciones de conservación propuestas proponen restringir el acceso a las zonas de cría en los periodos reproductivos críticos, así como una regulación de las actividades humanas en las zonas y épocas de cría. Igualmente es necesaria la aprobación de planes de conservación de la especie o de sus hábitats, así como un seguimiento sistemático de la nidificación en las localidades donde se reproduce y un control de los depredadores terrestre. Es importante llevar a cabo la recuperación de los aportes fluviales tanto de caudal como de sedimentos para garantizar la sostenibilidad de las áreas del delta del Ebro. Por último, se deberían incluir medidas de restauración de hábitats específicos para el ostrero euroasiático en los planes de adaptación del Delta del Ebro al cambio climático.