Pajarillo típico de bosques de coníferas muy fácil de detectar por su incesante reclamo (tit-tuii). Este nos permitirá localizarle en las ramas altas de los pinares de nuestras sierras, donde suele buscar insectos y semillas acompañado por otros congéneres. No aparece en Canarias y Baleares.
Ave pequeña, con plumaje de colores apagados. El dorso y las alas son de color azul grisáceo, mientras que el pecho y el vientre presentan una tonalidad ante. Su rasgo más distintivo es la mancha blanca en la nuca (dibujo 1). Se muestra muy activo y explora minuciosamente las ramas, ramitas, hojas y piñas. En su exhaustiva búsqueda de alimento llega a realizar auténticas acrobacias, muchas veces quedando colgado o realizando cortos cernidos. Habita preferentemente en pinares, pero también se localiza en formaciones de frondosas y en áreas ajardinadas. Tras el periodo reproductor se mueve en pequeños grupos, que en numerosas ocasiones están integrados por varias especies, pues se mezcla con otros páridos, reyezuelos, mosquiteros, etc.
Canto
Es sencillo y repetitivo: tit-tuii, tit-tuii, tit-tuii… Los reclamos son variados, como en el resto de los páridos. Emite diferentes notas cortas, que en ocasiones hila en largas y rápidas estrofas.
Dónde vive
En el mundo
Es un párido que se extiende por gran parte de Europa y Asia, donde presenta varias subespecies.
En España
Se encuentra en la mayor parte de nuestras montañas y vive sobre todo en pinares, ya sean naturales o de repoblación (dibujo 2). Hacia el norte se hace más abundante y menos dependiente de los bosques de coníferas, desarrollándose también en los de frondosas. No aparece en las islas Baleares ni en Canarias. En la Península Ibérica se reconocen dos subespecies: ater, común en Europa y localizada en los Pirineos, y vierae, presente en el resto del territorio.
Desplazamientos
Es un ave eminentemente sedentaria. No obstante, las poblaciones europeas más septentrionales pueden verse obligadas a desplazarse hacia el sur ante la escasez de comida.
Población
En Europa, la población podría constar de un máximo de 33 millones de parejas (datos del año 2000). En nuestro país se calcula que existen 1,6-5,2 millones de parejas reproductoras (Atlas de las aves reproductoras de España, 2003). Las mayores densidades se registran en bosques de pino silvestre en el Sistema Central y Pirineos (con cerca de 18 aves por cada 10 hectáreas). La extensión de las plantaciones de pinos ha favorecido la ampliación de su área de distribución y el incremento de su abundancia. No obstante, la tendencia poblacional de los últimos años parece ser ligeramente negativa, según los resultados aportados por el
programa SACRE en 2005.
Cómo vive
Hábitat
Vive principalmente en pinares de ambientes frescos. Se trata de una especie forestal montana en el centro y la mitad sur peninsular. De manera secundaria, ocupa bosques de roble melojo, haya, abedul y encina, e incluso aparece en plantaciones de eucaliptos. En ocasiones también se instala en parques urbanos de cierta extensión que contengan coníferas, ya sean autóctonas o exóticas.
Alimentación
Se alimenta de arañas y también de insectos adultos y sus larvas. En invierno completa su dieta con piñones. Acumula reservas corporales en forma de grasa. Además prepara pequeñas despensas temporales en lugares escondidos. Todo ello le permite afrontar cambios bruscos de temperatura y periodos de escasez de alimento (por ejemplo,
como consecuencia de nevadas) sin necesidad de realizar grandes desplazamientos.
Reproducción
Se empareja ya durante los meses invernales, especialmente desde enero y febrero. Inicia la reproducción semanas más tarde y puede criar dos veces al año. La hembra pone e incuba entre 5 y 10 huevos (a veces 12) de color claro, con moteados rojizos. El macho la alimenta durante la incubación, que dura 14-18 días. Los pollos abandonan
el nido a los 16-19 días y se independizan dos semanas después. Esta especie suele instalar el nido en oquedades naturales o artificiales, tanto en troncos como bajo raíces en un talud o en los agujeros de un muro. La hembra, con la colaboración del macho, construye una taza con una espesa capa de musgo entremezclado con telas de araña que tapiza con pelo animal, partes pelosas de plantas y plumas.
Amenazas y conservación
Al contrario de lo que ha ocurrido con otras especies forestales, el carbonero garrapinos se ha visto notablemente favorecido por la extensión artificial del pino, siendo capaz de medrar sin problemas en las extensas y monótonas repoblaciones sin sotobosque que inundan nuestro paisaje. Aparece en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas como “De interés especial”.
Enciclopedia de las Aves de España, editada por SEO/BirdLife y la Fundación BBVA en 2008
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