¿Has oído eso de que la Comisión Europea nos va a llevar a los tribunales por la mala calidad del aire en Madrid y Barcelona? Pero además de esta decisión, la CE acaba de anunciar otro procedimiento de infracción que puede acabar igual dentro de unos meses si las administraciones no toman medidas: Bruselas nos acusa de no estar protegiendo adecuadamente a la tórtola europea, una preciosa ave de nuestros campos. ¿La culpa? Malas políticas agrícolas y, una vez más, la caza.La Comisión Europea ha abierto un procedimiento de infracción contra España por seguir permitiendo la caza de la tórtola europea —Streptopelia turtur— y por no proteger adecuadamente su hábitat. En nuestro país, solo cuatro comunidades autónomas han aprobado moratorias contra la caza de esta especie: Asturias, Cantabria, Canarias y, desde el 15 de julio, la Comunidad Valenciana.

En concreto, la Comisión acaba de comunicar el inicio de sendos procedimientos contra España y Francia por el incumplimiento de los artículos 3, 4 y 7 de la Directiva de Aves. Estos artículos obligan a los Estados miembros a mantener los niveles de población de las especies de aves, especialmente de las especies de aves migratorias, asegurando que haya suficiente diversidad de hábitats tanto dentro como fuera de los espacios protegidos. Los Estados miembros también tienen la obligación de garantizar que la caza de cualquier especie de ave no ponga en peligro los esfuerzos de conservación.

Desde 2018 existe un Plan de Acción Europeo para la Conservación de la tórtola y SEO/BirdLife reclama su aplicación desde entonces. Este plan incluye medidas para preservar y restaurar los hábitats favorables para la tórtola y, además, acciones de urgencia como establecer una moratoria temporal en la caza de la especie.

Además, en cumplimiento de la Directiva de Aves de la UE y, en España, con la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, no se debería autorizar el aprovechamiento cinegético de esta especie, como mínimo, hasta que sus poblaciones se recuperen. Sin embargo, en la última temporada se volvió a autorizar su caza con un nivel de capturas similar a la anterior, lo que podría haber supuesto de nuevo la muerte de unas 800.000 tórtolas en España, muy por encima de lo que puede soportar la especie.

Hemos perdido la cuarta parte de las tórtolas

En España, la población de tórtola europea ha caído un 25% en dos décadas, según indican los censos de SEO/BirdLife. En toda la UE, la población de tórtola europea ha descendido entre un 50 y un 70 por ciento y, en algunos países, el desplome llega hasta el 90%, como Reino Unido, donde prácticamente ha desaparecido. Al tratarse de una especie migratoria, las acciones u omisiones de países como España afectan al conjunto de la especie en todo el continente: esta especie realiza cada año un impresionante viaje de 4.000 kilómetros desde el África subsahariana, donde pasa el invierno, hasta sus zonas de cría en Europa.

La amenaza de la agricultura intensiva

Además de la caza, esta especie también experimenta el sufrimiento de muchas aves agrarias: la intensificación de la agricultura, la pérdida de los barbechos o la eliminación de arbustos y demás vegetación en las lindes de fincas y caminos, dificultan la subsistencia de estas y otras aves agrarias.

Según denuncia la Comisión, ningún gobierno nacional ha iniciado las llamadas «medidas agroambientales de emergencia» para proteger a estas especies migratorias. Sin embargo, en esta ocasión, la Comisión Europea ha considerado que el incumplimiento de estas medidas agroambientales merece ser perseguido, algo bastante insólito hasta la fecha, ya que la Comisión se había mostrado reacia a amonestar a los países por sus malas políticas agrícolas. Se espera que los resultados de este proceso sean relevantes para el diseño y la implementación de la Política Agrícola Común (PAC).

Otros de los procedimientos de infracción anunciados este jueves por la Comisión incluyen las acciones legales contra España por la mala calidad del aire en Madrid, Barcelona y el Vallès-Baix Llobregat. En otros países, las denuncias afectan, entre otros, a países como Alemania o Eslovenia, por la destrucción de grandes praderas naturales; o contra Grecia, Rumanía, Portugal o Eslovaquia por no identificar y proteger adecuadamente los espacios de la Red Natura 2000. En todos los casos, alguno de los 47 socios de SEO/BirdLIfe, miembros de BirdLife Europe and Central Asia, había emprendido acciones previas de comunicación o denuncia ante la Comisión.

Un símbolo de nuestros campos

«La tórtola es un bello símbolo de nuestros campos, pero su declive es también un síntoma de los problemas que afronta el mundo rural. La pérdida de tórtolas y otras especies agrícolas en nuestro país se relaciona directamente con la España vaciada: necesitamos que se apliquen las políticas que cuidan nuestros campos, a sus aves y a sus gentes», señala Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife.

Según Ana Carricondo, coordinadora del área de Conservación de SEO/BirdLife, «SEO/BirdLife lleva años denunciando el incumplimiento de la normativa ambiental que protege a la tórtola, al resto de aves y al conjunto de la biodiversidad: este procedimiento de infracción debería servir para que las administraciones españolas, especialmente las autonómicas, y el resto de países de la UE empiecen a tomarse en serio el declive de la biodiversidad, el mayor desafío ambiental que encara la humanidad junto a la crisis climática».

«España cerró 2018 como el país con más infracciones ambientales abiertas de la Unión Europea. Era así el tercer año consecutivo que encabezaba ese triste ranking. En 2019 ya son 4 los procesos de infracción abiertos y en otros tres se ha llevado al Estado ante el TJUE, lo que indica que seguimos llegando tarde al cumplimiento de la normativa comunitaria y sin un claro compromiso de priorizar su aplicación», añade David de la Bodega, responsable del programa legal de SEO/BirdLife.

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