Realizamos una escapada a Navarra dentro de programa de excursiones organizadas por SEO/BirdLife, durante los primeros días de marzo. El hilo conductor del viaje era,como no puede ser de otra forma, la observación de aves, una excusa más que recomendable para visitar varias zonas del Pirineo navarro y conocer sus paisajes, sus gentes y por supuesto sus especies de aves.

En esta ocasión fue el turno de los pícidos, visitando para tal fin algunas de las mejores localidades de la zona para detectar a estas esquivas aves, como son los parques naturales del Señorío de Bertiz y la Sierra de Urbasa y Andía, así como los extensos bosques de Irati y Quinto Real. Durante el viaje observamos un total de 70 especies de aves, incluyendo algunas de las más representativas y escasas de la zona, como son el picamaderos negro y el pico dorsiblanco, entre otras muchas.

 

Picamaderos negro ©Martin Pelanek-shutterstock

 

Nuestro pequeño tour formado por 11 participantes y 2 guías, arrancó en Madrid en la mañana del sábado 2, alcanzando a la hora de comer nuestro primer destino, el Señorío de Bertiz. Durante nuestro recorrido por este hermoso paraje de poco más de 2.000 ha declarado parque natural en 1984, obtuvimos las primeras observaciones de pájaros carpinteros, detectando al menos 4 especies de las 6 presentes en el parque en estas fechas, entre las que se encontraba el pico picapinos, el pito real ibérico, el pico menor y el picamaderos negro, del cual disfrutamos con los tamborileos y reclamos de varios ejemplares, incluyendo la observación de un macho a la caída de la tarde. Tampoco faltaron otras especies de distribución norteña como el pinzón real o el carbonero palustre, u otras algo más frecuentes, como el gavilán, el reyezuelo listado o el zorzal común.

Tras la ruta pusimos rumbo a Espinal, una pequeña localidad navarra cerca de la frontera francesa, donde descansaríamos durante el viaje. Una vez nos acomodamos en el alojamiento y disfrutamos de una estupenda cena, dimos por finalizado el día con la escucha de un cárabo común que cantaba a las puertas del hotel.

Participantes en el viaje a Navarra, observando aves en Urbasa

A la mañana siguiente, proseguimos nuestra hoja de ruta visitando el hayedo-abetal de Irati, el segundo mayor en extensión de Europa después de la Selva Negra. Al poco tiempo de comenzar nuestro itinerario que nos llevaría a bordear el embalse de Irabia, disfrutamos con una buena observación de una pareja de picamaderos negros, ya enfrascados en estas fechas
con sus disputas nupciales, la cual hizo las delicias de todos los participantes. No faltaron durante el recorrido otras especies representativas de la zona, como el camachuelo, el zorzal alirrojo, el pinzón real, el carbonero palustre o el mirlo acuático, esta última mostrando ya un comportamiento territorial, al igual que los busardos ratoneros presentes durante todo el recorrido.

Una vez finalizada nuestra ruta y después de reponer fuerzas, continuamos hasta los bosques de Quinto Real, sin duda una de las mejores localidades para la observación de pico dorsiblanco. En efecto, no tardamos mucho en localizar una pareja de esta especie tan amenazada, que cuenta en la península ibérica con apenas 100 pp. Por suerte, todos los participantes pudieron disfrutar durante un largo rato de la observación del macho, que se encontraba obcecado picoteando una rama que yacía en el suelo a los pies de las hayas. Para nuestra sorpresa, reparamos en que se trataba de un ejemplar anillado que portaba códigos de color. Concretamente uno de los 15 ejemplares que han sido marcados dentro del proyecto Habios con emisor satelital entre 2017 y 2018, para conocer en profundidad el uso del hábitat por parte de esta especie tan escasa. Además de esa estupenda observación, también pudimos detectar otras especies, como el picamaderos negro o el agateador euroasiático, aunque fue una chocha perdiz la que puso el broche final a una buena jornada de pajareo.

 

 

Pico dorsiblanco ©Vishnevskiy Vasily-shutterstock

Durante el último día de nuestra estancia en Navarra realizamos un recorrido por una zona cercana a la localidad de Espinal. Allí, bajo la atenta mirada de varios corzos, sumamos algunas especies de interés como el zorzal real, entre un buen número de especies propias de estos medios, como camachuelo, picogordo o pito real ibérico, antes de partir hacia la que sería nuestra última parada previa vuelta a Madrid, el parque natural de la Sierra de Urbasa y Andía. Realizamos la ruta del nacedero del río Urederra, cuyas aguas de color turquesa transcurren a los pies del macizo kárstico de Urbasa. En esta ocasión no tuvimos suerte con una de las principales especies objetivo para esta localidad, el pico mediano, aunque sobra decir que la espectacularidad de algunos de sus parajes hizo más llevadera esta ausencia. Allí, bajo el vuelo de numerosos buitres leonados y varias chovas piquirrojas, pusimos punto y final a nuestra escapada a tierras navarras, donde aún nos aguardan numerosas localidades de interés para la observación de aves.

 

Próximos Viajes y excursiones aquí.

 

Hugo Sánchez Mateos

Guía ornitológico de SEO/BirdLife

 

 

Irati

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