Tras el inicio de la migración de la conocida y ubicua cigüeña blanca, agosto marca el comienzo de los movimientos migratorios de la cigüeña negra, una especie igualmente emblemática pero seriamente amenazada. SEO/BirdLife, que reclama la elaboración de un censo nacional para conocer su auténtico estado de conservación, anima a los aficionados a la observación ornitológica a registrar las observaciones de esta esquiva ave para poder aportar mayor información sobre su estado y distribución. En su paso migratorio hasta África, que se registra mayoritariamente durante este mes y septiembre, es posible observar ejemplares en los distintos humedales de España.

 

Ejemplar de cigüeña negra. ©Carlos Molina

Ejemplar de cigüeña negra. ©Carlos Molina

 

Para poder contribuir al seguimiento de la cigüeña negra, protegida por el Gobierno de España con la categoría de “vulnerable”, SEO/BirdLife pide la colaboración ciudadana. Basta con registrar la observación en la aplicación móvil gratuita eBird, que recopila observaciones de avifauna en todo el mundo y que se ha convertido en una poderosa herramienta de ciencia ciudadana. Apuntando las observaciones de cigüeña negra u otras especies observadas durante un simple paseo, se contribuye a mejorar el conocimiento sobre la biodiversidad, lo cual permite afinar las estrategias de conservación y a generar nuevos estudios científicos.

Además de las pocas parejas que invernan en España, fundamentalmente en las marismas de Guadalquivir y en humedales de Extremadura, en los próximos dos meses ejemplares de otros países europeos atravesarán la península en su paso hacia el África subsahariana, donde pasan el invierno. Se trata, por tanto, del mejor momento para poder avistar a uno o varios individuos en cualquier de nuestros humedales, en numerosos tramos de ríos o volando sobre nosotros. Al contrario que la cigüeña blanca, la negra acostumbra a realizar la migración en solitario o en pequeños grupos.

La huella del ser humano

“La principal amenaza de la cigüeña negra es la degradación de su hábitat de nidificación, ligada a la presión urbanística y la construcción de infraestructuras como grandes vías de comunicación o embalses. También sufre las consecuencias del precario estado de muchos humedales españoles, afectados por la contaminación o la falta de agua. Los tendidos eléctricos y vallados, y ocasionalmente la muerte por disparos también afectan a su conservación”, explica el responsable del programa de Especies Amenazadas de SEO/BirdLife, Nicolás López.

“Apenas existen planes para la recuperación de la especie y los datos se seguimiento son insuficientes. No disponemos de información adecuada para, por ejemplo, determinar sus tendencias poblacionales o cómo evoluciona su reproducción cada año. Por eso, es preciso un censo nacional de la especie. Mientras llega, toda información es valiosa. De ahí nuestro llamamiento a la comunidad de aficionados al ‘birdwatching’ para que, en los próximos meses, estén atentos a la especie y compartir sus observaciones a través de eBird”, apunta el coordinador de Ciencia Ciudadana de la ONG conservacionista, Juan Carlos del Moral.

 

 

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