El mosquitero canario es una especie endémica de las islas Canarias.

Aparece únicamente en las islas Canarias occidentales: Gran Canaria, Tenerife, La Gomera, El Hierro y La Palma.

Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha del mosquitero canario en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.

Es una especie sedentaria, si bien puede emprender movimientos locales de escasa entidad.

El III Atlas de las aves en época de reproducción en España cifra la población de Mosquitero canario en unos 540.000-700.000 ejemplares. Se puede decir que la población permanece, en términos generales, estable en el archipiélago.

El mosquitero canario ocupa todo tipo de ambientes, siempre que cuenten con vegetación. Las mayores densidades del ave se encuentran en pinares, formaciones de laurisilva, cultivos y jardines.

Su dieta se basa en el consumo de insectos, aunque ocasionalmente puede ingerir algunos frutos y polen.

El periodo de reproducción se extiende de enero a julio.

El nido, construido con hierbas secas y musgos, consiste en una estructura cerrada a la que se accede a través de una entrada lateral. La puesta consta de tres a nueve huevos (normalmente, de cuatro a siete) de color blanquecino con moteado variable, que son incubados durante 13-15 días. Ambos progenitores se responsabilizan de la alimentación de los pollos, que son volanderos a los 14-16 días.

Es posible que la especie efectúe dos puestas anuales.

El mosquitero canario aparece en el Libro Rojo de las aves de España (2021) encuadrado en la categoría de LC – Preocupación Menor. El mismo libro trata también de EX – Extinta a la subespecie exsul, un taxón que se describió a principios del siglo XX. La especie figura además en la Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, pero no en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

A pesar de su restringida distribución, el mosquitero canario no se considera una especie particularmente amenazada dado el tamaño de su población y la amplia variedad de ambientes que ocupa (incluidos los entornos humanizados). No se conocen otros problemas específicos de conservación aparte de la depredación de adultos y puestas por especies introducidas o los posibles efectos, directos o indirectos, que pueda causarles el uso abusivo de fitosanitarios. Sin embargo, hay que decir que su estatus de especie endémica lo convierte en potencialmente sensible a amenazas importadas del exterior de su área de distribución (Canarias) como pueden ser las provenientes de enfermedades emergentes.