El ibis nipón (Nippona nippon) se alimenta fangueando en los limos y agua someras. Con su pico curvado va rastrillando el lodo, donde detecta pequeños vertebrados. Una forma de alimentación conocida como forrajeo táctil. Esta posición le obliga a llevar la cabeza gacha, perdiendo perspectiva de lo que acontece a su derredor. Es entonces cuando se hace vulnerable ante sus depredadores.

Para poder comer con cierto sosiego, esta rara y amenazada especie asiática ha sabido sacarle partido a una estrategia común entre las aves acuáticas: mezclarse con otras aves. Así lo ha puesto de manifiesto un equipo de investigadores de la Forestry University de Pekín tras analizar la conducta de este ibis alimentándose tanto en solitario como mezclado con grupos de garceta común.

 

Garceta grande compartiendo charca con un grupo de ibis nipones ©N. Zhao

Garceta común compartiendo charca con un grupo de ibis nipones ©N. Zhao

 

Se trata, por tanto, de una asociación efectiva ya que, según los autores, “los ibis que se alimentan en bandos mixtos de aves se percatan antes de posibles peligros que cuando fanguean en solitario”. Concretamente, al mezclarse con garcetas comunes, una especie con mejores cualidades para vigilar su entorno mientras comen, los ibis se sienten más seguros. Esto demuestra también que los ibis nipones se hacen eco de las señales sociales de las especies con las que comparten charca o arrozal, y le sacan partido.

 

Esperanza para la especie

El hallazgo ha sido posible gracias a grabaciones con videocámara digital durante la época no reproductiva en humedales del centro de la provincia china Shaanxi. Y en cierto modo la noticia es esperanzadora, ya que esta nueva información sobre su conducta alimentaria podría beneficiar a la conservación del ibis nipón. «Desarrollar condiciones de hábitat que favorezcan bandos mixtos de especies puede reducir la percepción de amenaza en los ibis debido a los avisos tempranos de las garcetas, particularmente en hábitats con altos niveles de depredación o molestias”, explica Ye Yuanxing, uno de los autores del estudio. Una consideración nada desdeñable, teniendo en cuenta que el ibis nipón se creyó extinto en estado salvaje, hasta que en 1981 se descubrieron siete ejemplares en un área remota de China

Los bandos mixtos de especies son comunes en las aves, pero se sabe poco acerca de los costes y beneficios de la interacción de tales grupos cuando las especies difieren en sus tácticas alimenticias. «En este caso, los ibis se benefician de unirse a otras especies visualmente más dotadas que detectan las amenazas más rápidamente. Este estudio muestra como observaciones conductuales detalladas pueden ayudarnos a comprender por qué hay especies que comen en grupo y también aves se unen a otras especies”, explican los autores.

 


Referencia:

What makes a tactile forager join mixed-species flocks? A case study with the endangered Crested Ibis (Nipponia nippon). (2017). The Auk, 134 (2): 421.

 

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