Por tercer año consecutivo, los ibis eremitas del Parque Nacional de Souss-Massa han conocido un triple récord en su reproducción. Tanto el número de parejas (216) como el número de volantones (205) como el censo post-reproductor (580) son cifras nunca antes registradas para esta población. Las lluvias de los primeros meses del año parecen ser uno de los factores de este éxito reproductor.

 

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Figura 2 Evolución del número de parejas reproductoras de ibis eremita en la población de Souss Massa y Tamri

 

Eiemplares de ibis eremita.

Eiemplares de ibis eremita.

 

La productividad, número de pollos por pareja, es un parámetro básico para conocer el estado de la población y depende grandemente de factores que varían interanualmente, como la meteorología. Este parámetro ha sido, este año, de 1,7 volantones por nido, lo que sólo se registró en otra ocasión, en 2004 durante una invasión de langosta.

 

 

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Figura 2 Evolución de la productividad de la población de Ibis eremita.

 

 

Por último, los censos que se realizan al final de la temporada de reproducción nos indican el número de aves, reproductoras o no, que se encuentran en la región. En este caso, de nuevo, el número es asombrosamente alto, superando en más de medio centenar el récord anterior. Hay que tener en cuenta que considerando las parejas reproductoras y su progenie del año, este número supone un superávit de 143 aves no reproductoras que se concentran en la región. Esto supone un potencial enorme para el establecimiento de nuevas colonias.

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Figura 3 Evolución de los efectivos post-reproductores de la población de ibis eremita en Marruecos

 

Si bien factores meteorológicos, como la lluvia o el viento, son claves para definir el éxito reproductor en una año concreto, las razones de este incremento a lo largo del tiempo no pueden deberse exclusivamente a cuestiones ambientales. Hay que buscarlas, más bien, en el efecto acumulado de años de trabajo con la población local a través de la sensibilización y también realizando pequeños proyectos de desarrollo, para los que la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional) o la Cooperación Canaria han realizado contribuciones clave. Además, los guardas garantizan la tranquilidad en las colonias, evitan molestias y aseguran que no falte agua en los pequeños bebederos que se han instalado en las proximidades de las colonias y que sirven para evitar muertes por deshidratación en los momentos más duros.


Apoyo de BirdLife International 
La última población silvestre viable de esta especie críticamente amenazada es objeto, desde 1994, de un programa de seguimiento a cargo de las autoridades del Parque Nacional con el apoyo continuo de BirdLife International.  Desde entonces, salvo un par de episodios como la mortalidad de aves en 1996, por causas desconocidas, y en 2012 la interrupción de la reproducción probablemente por causas meteorológicas. El apoyo de varios socios, como la Fundación Príncipe Alberto de Mónaco, OZO (la asociación austriaca de Zoos) o SVS (BirdLife en Suiza), han realizado contribuciones económicas que han contribuido también a este éxito. SEO/BirdLife se hizo cargo del programa a partir de 2000 y en la actualidad, GREPOM, el nuevo miembro de BirdLife en Marruecos está tomando el relevo plenamente.

 

 

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