• SEO/BirdLife ha organizado recientemente, junto al Fondo para la Conservación de Ibiza, una mesa redonda para debatir la propuesta de convertir el faro en un hotel “rural”
  • Científicos y conservacionistas coinciden en la inviabilidad del proyecto, mientras que la administración se muestra más dividida

Representantes del sector científico y conservacionista mostraron su preocupación porque un proyecto de este tipo pueda prosperar en un espacio de extrema sensibilidad como es Sa Conillera. En la misma línea se expresó la administración local, mientras que el representante de la Autoridad Portuaria de Baleares remarcó la necesidad de buscar usos compatibles que permitan financiar el mantenimiento de los faros. En segundo plano quedó el debate ideológico en relación a uso público-uso privado del patrimonio cultural, histórico y natural que representan este tipo de enclaves.

 

Vista del islote de Sa Conillera, en Baleares. © Xavi Durán

Vista del islote de Sa Conillera, en Baleares. © Xavi Durán

 

La pardela balear (Puffinus mauretanicus), o “virot” como se la conoce a nivel local, fue la gran protagonista de la jornada. Esta especie tiene el dudoso honor de ser el ave más amenazada de Europa, y encuentra en Sa Conillera una de sus colonias mejor preservadas. Esto podría cambiar en caso de prosperar el proyecto de hotel, ya que las molestias humanas y la previsible proliferación de ratas (depredadores de la pardela) podrían poner en peligro a la población local. Iván Ramírez, director de conservación de BirdLife en Europa, hizo hincapié en la importancia de proteger esta especie, que no por cercana deja de ser importante; “estaríamos hablando del panda o del tigre de Sumatra a nivel Europeo”. Por su parte, Pep Arcos, coordinador del programa marino de SEO/BirdLife, recordó que “recientemente la opinión pública ibicenca ha usado el símbolo de la pardela balear para luchas contra las prospecciones petrolíferas en el golfo de Valencia; pero no basta con proteger su despensa [las aguas del levante ibérico], sino que debemos asegurar también el buen estado de su dormitorio.

Diego Ponce, técnico de medio ambiente del cercano ayuntamiento de Sant Antoni, recordó la sensibilidad de la zona, que se encuentra dentro de las Reservas Naturales des Vedrà, es Vedranell i els Illots de Ponent y forma parte de la Red Natura 2000. El Plan de Ordenación de Recursos Naturales  no permite el desembarco en los islotes, salvo por motivos justificados y necesarios para las especies que allí habitan. Ponce remarcó que “el uso complementario que pueda darse a los faros depende en gran medida del emplazamiento de éstos, y en el caso de Sa Conillera el proyecto hotelero no parece viable”. Por su parte, Cristina Linares, investigadora en biología marina de la Universidad de Barcelona, afirmó que “hay usos alternativos compatibles con un espacio protegido de las características de Sa Conillera, como acciones de divulgación y de apoyo a la investigación”. Como ejemplo de buenas prácticas citó el modelo de Columbretes, donde el faro funciona como centro de visitas (guiadas y limitadas en el tiempo), así como de alojamiento a personal investigador.

Finalmente, Raimond Jaume, Responsable de Relaciones Exteriores de la Autoridad Portuaria de Baleares, explicó la iniciativa Faros de España, que tiene por objetivo buscar usos complementarios a los faros, que permitan financiar el mantenimiento de las instalaciones. “Hasta ahora hay experiencias positivas, tanto con organismos públicos (p.ej. el uso del faro de Ses Salines como centro de investigación) como con privados (p.ej. el uso del faro de Formentor como cafetería)”. Insistió que “los proyectos deben ser coherentes y viables, y por supuesto deben cumplir con la harmonía normativa”.

No fue posible contar con representación del Govern Balear ni del promotor del proyecto, si bien este último ha mostrado interés en conocer los resultados del debate y plantea un diálogo futuro.

Preocupación más allá de Sa Conillera  
Más allá del caso particular de Sa Conillera, SEO/BirdLife manifiesta su preocupación ante la posible repetición de casos similares en otros puntos del litoral español, amparados por el proyecto Faros de España de Puertos del Estado. Bajo este mismo proyecto se ha dado recientemente un caso muy similar, en el islote de Alegranza, al norte de Lanzarote.

 

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