Un año más, y ya van 17, el Grupo Local SEO-Sevilla organiza una excursión para disfrutar el tradicional recibimiento de los ánsares en Doñana. La llegada de estas aves migratorias a la marismas del Guadalquivir es uno de los símbolos del espacio natural.

A partir de octubre, con las primeras lluvias otoñales, la marisma comienza a inundarse de nuevo. Es también la época en la que empiezan a llegar las primeras oleadas migratorias de aves acuáticas del norte de Europa. Miles de anátidas encuentran refugio y alimento en los humedales de Doñana, donde pasan el invierno. El ánsar común (Anser anser) es uno de los invernantes más característicos y se concentra en grandes bandadas en la marisma, donde encuentra su alimento favorito, el rizoma de la castañuela, una planta que crece en gran parte sumergida en el agua. 

Uno de los acontecimientos más espectaculares del invierno y uno de los emblemas de la Doñana invernal es la concentración de varios miles ánsares en las dunas móviles del Cerro de Los Ánsares, donde todos los amaneceres se dan cita ingiriendo porciones de arena para ayudarse en la digestión del duro rizoma de la castañuela.

Este año se espera que unos 50.000 ejemplares se reúnan en Doñana. Esta concentración ha atraído la atención de naturalistas y aficionados a las aves de todo el mundo desde hace décadas. A mediados del siglo XX, los ornitólogos europeos, preocupados por la conservación de los ánsares continentales y otras aves migratorias, se preocuparon para que cuarteles de invierno como el de Doñana gozaran de protección. La propia fundación de la Sociedad Española de Ornitología, en 1954, tuvo que ver entre otros motivos con la preocupación de algunos pioneros de la ornitología en España que se movilizaron ante las amenazas de desarrollo que se cernían sobre las marismas y que se unieron para evitarlo.

Una atracción internacional

Un buen ejemplo de lo que significa el Cerro de los Ánsares en el imaginario ornitológico español y europeo son las declaraciones que hacía recientemente el hispanista Ian Gibson en una entrevista en nuestra revista Aves y naturaleza. Gibson, que además de historiador y escritor es un apasionado de las aves y un socio de SEO/BirdLife, recordaba que su primera visita a España, en los años 50, se debió a su interés por conocer dónde invernaban los ánsares que él veía en su Irlanda natal. Aquel primer viaje para ver aves en España, siendo casi un adolescente, marcó su vida para siempre: «Cuando vi esas bandadas, primero volando y luego en las dunas  comiendo arena, fue un momento único. Algo fantástico, increíble. Nunca había visto un espectáculo parecido. ¡Eran los mismos ánsares que yo veía de niño en  Dublín! Desde luego si no existiera Doñana y  sus  ánsares quizás yo ahora estaría en París hablando de Flaubert en vez de aquí en esta  entrevista o pensando en García Lorca», afirma Gibson.

 

 

Disfrutar de ese espectáculo natural que ha cautivado a tantas personas durante años está al alcance de cualquiera que quiera apuntarse a la excursión que organiza SEO/BirdLife el próximo 24 de noviembre.


 

Información e inscripciones para la excursión

Javier Álvarez – Grupo Local SEO-Sevilla

(fjag34@gmail.com – 620462182)

 


 

Retirada de plomo en el Cerro de los Ánsares

 

Antes de la visita prevista para el día 24 de noviembre, en SEO/BirdLife hemos llevado a cabo diversas actividades relacionadas con el Cerro de los Ánsares. El pasado 5 de noviembre se impartió en Sevilla una conferencia a cargo de Andy Green, investigador del CSIC, titulada El ansar común y otras aves acuáticas invernantes en Doñana: Tendencias poblacionales y la huella de Aznalcóllar.

Pero sin duda, una de las más significativas de las iniciativas fue la jornada de voluntariado que se llevó a cabo a finales de septiembre para la retirada de plomo en el Cerro de los Ánsares, en la que participó el personal responsable del Centro Ornitológico Francisco Bernis, gestionado por SEO/BirdLife y situado en la aldea de El Rocío (Huelva), frente a las marismas de Doñana.

 

Voluntarios retirando perdigones de plomo de cartuchos de caza en el cerro de los Ánsares

 

Hay que recordar que hasta el año 1981 estaba permitida la caza en el Parque Nacional. Las acumulaciones de ánsares en en el cerro que lleva su nombre reunieron a decenas de cazadores durante muchos años. Por ello se estima que puede haber entre dos y seis toneladas de pequeños perdigones de plomo, que los ánsares ingieren confundiéndolos con las piedras que comen para ayudarse en la digestión.

Perdigones de plomo retirados en el Cerro de los Ánsares por voluntarios de SEO/BirdLife

El plomo es altamente tóxico y, entre otras cosas, puede afectar a la calidad de los huevos de las aves, sólo cuatro o cinco gramos pueden matar a un ánsar, y además puede suponer la entrada de ese metal pesado a la cadena trófica. Por ello es de vital importancia la retirada de dicho contaminante. Esta es una actividad tradicional del voluntariado de SEO/BirdLife en Doñana, pero además ahora se está empezando a retirar de forma más profesionalizada. En la jornada de septiembre retiramos 1.080 gramos de plomo, que será convenientemente inertizado, convirtiéndose tal vez en la estatua de un ánsar.

  


 

24 de noviembre: Excursión a Doñana. Recibimiento de los ánsares.

Es necesaria inscripción previa.

 Precios: Socios SEO/BirdLife y niños: 10 euros 

Resto: 15 euros 

Más información e inscripciones:

Javier Álvarez (fjag34@gmail.com – 620 462 182)

 

 

 

 

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